sábado, 19 de noviembre de 2011

Convencerse

Convencerse es la clave...

Le conociste ¿cuándo? sólo Dios lo sabe. Es imposible que el corazón recuerde cuando apareciste realmente, no entiendo... cuándo...cuándo... Sólo sé que un día ni siquiera te miraba y al otro eras diferente, te notaba... un día fue más que eso, fue increíble, fue inesperado, pero de repente ya eras algo que yo no entendía, un enigma.

Un día te miré y eras diferente, un día me animé a tocarte y te notaba cálido, un día te acerqué y supe que ya no me podía alejar... pero el mayor error fue abrir mis puertas y tu entraste y jamás pude sacarte ¿cómo?... un beso, una adicción.

De repente un día, una película, una actitud, un baile, un roce, una mirada, un abrazo... todo y nada a la vez, tanto para mí y nada para ti, una mentira vivida solo en mi mente... un beso... hacer el amor... mucho más... todo y nada...

De repente mi sonrisa cambió y mi mirada se cegó, no supe cómo, no supe cuándo, solo supe que un día empezó y no termina, ¿porqué carajo no termina?

Y así todo vive ahora tan solo en mi mente, seamos sinceros, en la de él no se quedó, fuiste un alma más pasando frente a él y en la tuya será lo mismo, pero ¿cuándo?... no se sabe. Mientras es cuestión de convencerse de varios puntos:

La esperanza es algo que muere al último, pero en tu caso es cuestión de competir, o muere ella o mueres tú.

El esperar es algo que no está a discusión.

Sonreír debe ser tu cruz, hoy y siempre.

Su recuerdo debe ser guardado en lo más profundo.

Ayudarle es permitido, saber que lo hiciste mejor, pero nunca hacerlo por otra razón más poderosa.

Tu corazón marcado con piedra para nunca más ser usado.

Llorar... un recuerdo.

Amar... Game over...


Que bello era vivir cuándo no existías, cuando no te notaba, cuando no me enamorabas...


No hay comentarios:

Publicar un comentario