CAPITULO 2. El nuevo siglo
Me gustaría decir que soy determinada, fuerte, capaz, pero la verdad es que mentiría si así lo dijese y es bien sabido que para las criaturas mágicas mentir significa la reducción de nuestra vida, por lo que hacerlo no está ni medianamente dentro de mis opciones.
La realidad de mí es que soy bastante miedosa, no tengo seguridad a pesar de los poderes que me otorgó la magia suprema, todas las hadas de mi mundo han tenido la confianza depositada en mí desde que tengo memoria, mucho antes de que siquiera supiera que tengo una misión, que soy especial entre mis mismas compañeras.
Durante más de 200 generaciones mi familia ha tenido la misma misión, una y otra vez se habla de cómo el hada negra traerá la paz al mundo cuando este sea devastado y así ha sido. Nuestros hermanos los humanos han nacido y se han reproducido, algunos de ellos han nacido con la semilla de la soledad latente en sus corazones, como si hubiesen heredado el pecado original. Y así mismo las hadas negras se han encargado de disipar la soledad del corazón de los humanos, para evitar que roben de nuevo el corazón sagrado de la magia.
Sin embargo para mí, las cosas llegaron en una muy mala época. La mayor parte, si no es que todos los humanos nacidos en este siglo, llevan consigo la semilla de la soledad y no conforme con esto, la semilla se desarrolla con una velocidad irreal, algo nunca visto por el ahora consumido mundo en que vivimos.
El caos se ha sentido venir entre las criaturas mágicas, ya que una sola hada negra no ha sido capaz de acabar con la soledad de todos los humanos infectados; mi misión la he visto fallida tantas veces y a pesar de la comprensión de mis compañeras hadas, la verdad es que para un hada que no puede cumplir su misión en este mundo todo se vuelve inútil, no hay un lugar hacia dónde ir y por más esfuerzo no he logrado avanzar.
"Tuve un sueño, soñé que me caía. Intentaba volar pero cuando apenas subía con mis alas la gravedad me atrapó. La caída era cada vez más rápida y podía sentir el golpe contra la tierra de un momento a otro, la muerte épica del única hada negra se escribiría por generaciones. Cuando estuve en el último momento alguien me sostuvo, pero nunca pude verle el rostro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario