Hoy tenía tanto miedo... tenía miedo de aparecer de repente, siendo esta nueva y extraña persona que soy y tan no sé quien soy que no sé como actuar, no sé qué sentir o siquiera si debo sentir algo.
Sigo con el maldito miedo, con la inseguridad, me sigo sintiendo una niña que llora, me sigo sintiendo una maldita niña tonta a la que le explican los porques para que deje de llorar pero ella no entiende. Quiero que me abracen más, me vuelvo adicta a que me abracen, porque de alguna forma hacerlo significa quitarme un poquito de la soledad que siento, cada abrazo me roba una sonrisita junto con una lágrima, depende quien me lo dé. Ese abrazo que me dio mi tutor, mi esposo y dueño de mi corazón, mi pequeño carcelero al que amo pero al que le temo, ese abrazo me hizo sentir completa, como si todo lo que me faltara en la vida me lo pudieran compensar con ese abrazo, ese abrazo que es el que te dice "estoy aquí, yo te cuidaré", al final era lo que yo quería, que alguien me diera esa seguridad que buscaba, me sentía tan débil como para cuidar a mi bebé y ahora me siento obligada a sentirme más fuerte.
Lamentablemente la fuerza que siento solo está presente si mi tutor y esposo está conmigo, si él está yo soy capaz de hacer lo que sea que me pida, porque al final sé que no me pedirá algo que me dañe, por eso confio en él, aunque le tema es el único que puede salvarme del mundo de afuera que me sigue dañando, dentro de la burbuja en la que me encierra me siento segura y tal vez no feliz pero al menos no insegura, no con miedo.
Y después de todo esto ¿qué puedo esperar? seguramente nada bueno saldrá de mi prisión de cristal y eso lo sé, pero no sé que otra cosa hacer; él me mantuvo de pie, él me dio ese abrazo que necesitaba, él me dio la seguridad que me faltaba, esa que sé pudo haber sido suficiente para que mi bebé viviera, al final eso es todo lo que quiero poder estar con mi bebé y en últimos días he pensado de verdad en tomar la salida fácil, sé que no debo pero lo reconsidero...
Que bonito sería, que lindo sería cerrar los ojos y llorar por última vez, esperar lo mejor y buscar estar con el hijo que tanto amo, después de todo ¿qué es la vida sin mi bebito? así me siento y sé que está mal, pero día a día y conforme intento parecer una persona normal se me va muriendo una parte y pronto no sabré a donde voy.
Quisiera gritar que alguien me ayude, pero como ya me lo he dicho tanto a mí misma, nadie lo va a hacer, porque al final siempre solemos salir nosotros solos, un poco de ayuda o un empujoncito suelen ayudar, pero en mi caso no sé si necesito un empujón, de verdad me estoy cansando y no quiero seguir más... Está mal, lo sé y quisa deje de pensar tan negativamente, pero por hoy me siento cansada y lamentablemente pasan los días y me sigo sintiendo así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario